P. Fernando Torre MSpS
Hay que dejar de existir
La entrega a Dios puede entenderse de dos maneras: como promesa y como hecho. La primera, es la manifestación de una decisión, es un ofrecimiento que le hacemos y que compromete nuestro futuro; como Zaqueo: «Señor, daré la mitad de mis bienes a los pobres» (Lc 19,8). La segunda manera es el cumplimiento de esa promesa.
«Entrégate hoy1 al Señor incondicionalmente, toda, sólo y siempre para Él, permaneciendo en su amor. Hay que dejar de existir, y darle a Jesús no sólo las flores y las ramas, sino el tronco y la raíz»2.
«Permaneciendo en su amor»3, le dice Concepción Cabrera a su hija Religiosa de la Cruz. El amor es la razón de nuestra entrega a Dios. No es un amor momentáneo –llamarada de petate–, sino que se mantiene sin disminuir; más aún, crece con el paso del tiempo. Lo único que justifica la entrega total a Dios es el amor. Amor que es respuesta y consecuencia de la entrega de Jesús por nosotros: «me amó y se entregó por mí» (Gál 2,20).
«Hay que dejar de existir», olvidarnos de nosotros, morir a nosotros mismos. No sólo renunciar a nuestro pecado, egoísmo y comodidad; sino enajenar nuestra vida y ponerla en manos de Dios. Dejar de ser nuestros dueños, pertenecerle a él y ser «para él».
¡Fuera ilusiones!: no hay entrega total sin desprendimiento, renuncia, dolor. Lo dijo Jesús: «Si alguien quiere venir conmigo, niéguese a sí mismo, tome su cruz, y sígame» (Mc 8,34).
Jesús le pide al joven rico: «ve, vende cuanto tienes y da el dinero a los pobres» (Mc 10,21). Le cierra al joven la posibilidad de recuperarlo después. Si damos algo, dejamos de ser su propietario4.
La entrega a Dios no es destrucción de lo que le damos; es dedicación total, sacrificio. Si nosotros le damos algo a Dios, él lo toma para sí, lo consagra –lo hace sagrado– y puede hacer con ello lo que quiera.
1 En un artículo anterior comenté las palabras: hoy, incondicionalmente, toda, sólo y siempre; en otro comentaré la metáfora del árbol: flores, ramas, tronco y raíz.
2 Carta escrita el 23 oct 1911, en Cartas a Teresa de María, México 1989, 115.
3 Expresión clave en los escritos de San Juan sobre el amor: Jn 15,1-17; 1Jn 2,3-11; 4,7-21.
4 Salvo que se trate de algo inmaterial: conocimientos, afecto, consejos…